Hoy es el último día de prácticas, el cual se ha desarrollado como un día normal de clase llegando a darme la sensación de que este no era el fin de mis prácticas. Sin embargo, a lo largo de la jornada, he ido recibiendo cartas de despedida y de cariño, con unas frases increíbles que me han hecho pensar que de verdad les he hecho bien a estos muchachos y muchachas. De todas maneras, no terminaba de asimilar que el lunes siguiente no iba a aparecer por allí.
Al final del día, en los últimos 20 minutos, les he repartido unos certificados de Classcraft con una dedicatoria personalizada a cada uno. Este es un ejemplo, pero sin la dedicatoria, pues eran personales:
Les ha hecho mucha ilusión. Después, ellos han salido a decir unas palabras bonitas sobre la experiencia durante el tiempo de mis prácticas y ha sido todo de lo más emotivo. Hemos recordado buenos momentos y ha habido muchas risas, pero hemos terminado con lágrimas.
Aunque ellos dijeran lo contrario, estoy segura de que yo he aprendido más de ellos que ellos de mí. Esta experiencia me ha abierto los ojos y me ha hecho ver que esta es mi profesión y mi vocación. Esa sensación de caminar por el pasillo, viendo las caritas de los niños, cómo juegan, cómo aprenden, ... El ver en su rostro el momento justo en el que por fin entienden algo que les costaba asimilar, ... todo eso no tiene precio. En estos meses he aprendido más que en toda la carrera porque todo esto no se adquiere mediante el estudio, sino viviéndolo. No puedo estar más agradecida por ello y me da muchísima pena tener que despedirme, pero me lo tomaré de manera positiva, quedándome con todo aquello que me ha hecho crecer y cerrando una etapa maravillosa para dejarle paso a otras nuevas que vendrán y que espero que sean tan enriquecedoras como esta.
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